La niebla se ha instalado en el Cinca y hace días que el Sol es un recuerdo vago. Seguimos entrenando con un caudal escaso. Las sombras de los cormoranes nos acompañan desde el otro lado de esa espesa cortina gris que cubre el valle. Dicen que una familia de nutrias se pasea invisible, entre los árboles, contemplando nuestros torpes y extraños movimientos.