En la foto podéis ver a Alberto manejando su nueva piragua de freestyle extremo. Lo cierto es que nos hemos encontrado en el embarque de Zaidín, no una, sino DOS carretillas abandonadas y parcialmente sumergidas en el río. Está claro que alguien del gremio del ladrillo ha pensado que la mejor manera de deshacerse del instrumental es abandonarlo en el cauce y contribuir así al deterioro ambiental. Esta es una de las ocasiones en que uno piensa que seguimos siendo un país subdesarrollado (al menos culturalmente). El Cinca estaba hoy entretenido: mucha agua, trenes de olas divertidas, algo de surf, unos cuantos eskimos en agua fresca y, como de costumbre, cormoranes, garzas reales y aguiluchos laguneros haciéndonos compañía