De nuevo en la platja Llarga navegando en un día perfecto. El Mediterráneo estaba hoy en todo su esplendor: playa con poca gente, azul mediterráneo puro, agua limpia y cálida, buenos amigos, conversación inteligente y amena, un arroz negro de muerte y, finalmente, la agradable y más que sugerente compañía de Kristel y su perrito. Lástima que hoy el cámara estaba demasiado concentrado en sus sensaciones y el reportaje de hoy es algo pobre. De todas maneras aquí os dejamos un pequeño video y unas fotos.